miércoles, 22 de octubre de 2008

Muerte los humanos envidiados por los gatos...

Mencionare tu nombre una vez más,
Esto no los matara;
Mencionare al prisionero cada vez más,
¿Acaso esto me acabara?

Ellos, testigos de nuestro castigo,
Cantando en el umbral nuestro pesar;
Observando y juzgando aquel peligro,
Celebrando y comenzando a rezar.

En donde somos victimas,
De sus ojos fulminando el Tiempo y el espacio
Cuando nos convertimos en nada más,
Contemplando aquel bullicio.

Sus maullidos entorpecen mis pisadas,
Para observar su ser dulce y triste ser;
Se congelan las miradas
Al hacer interferencia en aquel ser.

Me mira, no respiro,
La luna triste se retira,
Más le miro, y no respiro,
La venganza se expira…

Para entonces...

Quiero morir cuando decline el día
En alta mar y con la cara al cielo;
Donde parezca sueño la agonía,
Y el alma, un ave que remota el vuelo.

No escuchar en los últimos instantes,
Ya con el cielo y con el mar a solas,
Más voces ni plegarias sollozantes
Que el majestuoso tumbo de las olas.

Morir cuando la luz, triste, retira
Sus áureas redes de la onda verde,
Y ser como ese sol que lento expira:
Algo muy luminoso que se pierde.

Morir, y joven: antes que destruya
El tiempo aleve a la gentil corona;
Cuando la vida dice aun: soy tuya,
Aunque sepamos bien que nos traiciona…

domingo, 19 de octubre de 2008

Rendezvous...

Tengo una cita con la muerte En alguna disputa barricada, Cuando la primavera vuelve con la sombra que cruje
Y las flores del manzano llenan el aire,
Tengo una cita con la Muerte
Cuando la primavera devuelve días azules y serenos.
Puede ser que el tomara mi mano y me conducirá a su tierra oscura y cerrara mis ojos y apagará mi aliento-
Puede ser que pase aun delante de el todavía.
Tengo una cita con la Muerte
Sobre alguna cuesta llena de cicatrices de la
Colina aporreada,
Cuando la primavera viene de nuevo este año
Y las primeras flores del prado aparecen.

Dios sabe que es mejor estar abajo,
Acolchonado en seda y perfumado abajo,
Donde el Amor palpita hacia fuera en el dichoso sueño,
Pulso casi para pulsar, y aliento a aliento,
Donde los despertares callados son queridos...
Pero tengo una cita con la Muerte
A medianoche en alguna ciudad que arde,
Cuando viaje de primavera al norte de nuevo este año,
Y mi prometida palabra,
Soy verdadero,
No fallare aquella cita...

sábado, 18 de octubre de 2008

Sueño con la Muerte...

Todo a mi alrededor, son caras conocidas, sitios gastados...
Esperando... ¿a que?... espero a que venga lo que estoy esperando realmente...
Escucho el bullicio de la gente... quienes se levantan temprano para ir hacia ningún lado. Sus lágrimas empañan sus vistas inexpresivas pero sin dejar de clavar su mirada en mí al caminar, oculto mi cabeza, quiero ahogarme en mi pena sin dejar de pensar en un mañana...
Escucho a lo lejos una campana sonar, al parecer de un funeral, mientras observo a la Muerte sola llorar, pregunto por que, y ella me responde que no debe matar, porque solo es maldecida en miles de veces al pasar. Nadie dijo jamás que sería así de fácil…
Intento consolarla al decirle que al llevarse ella mi vida no habrá quien la maldiga… y mira a través de mi...
Y en cierto modo resulta divertido, en cierto modo triste... me deja de nuevo ir al comienzo...
Nadie dijo jamás que sería así de difícil.
Llévame de nuevo al comienzo, Solo estaba imaginando los números y los latidos. El farisaísmo de la gente... Pero no hablan tan ruidosamente
Como mi corazón...
Resulta duro de decir, duro de aceptar, ahogarme en la verdad en medio de esta charla… un leve susurro llega a mi oído al cerrar mis apagados ojos diciendo:
Cuando la gente corre en círculos es un mundo... loco.

(Amplia tu mundo)...

jueves, 16 de octubre de 2008

Un Reloj dando la Medianoche...

"Escuchando el eco de los pasos del Tiempo,
Estos momentos se han hundido en el lento
Y desconocido sepulcro de los Años.
Tu nombre se ha desvanecido en el Olvido,
Hundido para siempre en las aguas del pasado,
Convertido en sagrada roca, adorado
Por las custodias del valor, de la fuerza y del bien.
El futuro se pasea con jóvenes alas sobre el mar,
Naciendo detrás del vuelo, invisible para el siglo humano;
Con sus cien pasos indolentes,
Masticando el mundo desde el exterior,
Pasando suave sobre las almas mortales.
Así le canto al Tiempo, al coloso del universo,
Que con cada pie sumido en la Oscuridad
Se desliza silenciosamente.

Nubes de muerte se abaten sobre nosotros,
Es en vano luchar contra la marea;
Todos debemos hundirnos desgarrando el aire.
Con frenético dolor nos enfrentaremos a la Fama.
Podemos pensar en la Eternidad,
De quien el Tiempo es esclavo,
Sometido y arrastrado por las sombrías
Fronteras de la destrucción.
¿Serán estas palabras el eco de nuestro destino?
Tal vez nuestros temblorosos pensamientos
Jamás se perderán, escritos en las inmutables estrellas
Como orgullosas aves; como los reyes del antaño
En sus tronos de mármol,
Sonriendo con la luz del relámpago.
Buceando en aquel mar del espíritu,
De rebaños mortales; finalmente nos hundiremos.
Nuestro rostro será pintado de arcilla,
De nuevo en el vientre de la Madre Tierra,
Mientras nuestra alma, en peregrino vuelo,
Se estire hacia luces más brillantes."

Thomas Lovell Beddoes